Politifact Deserves 'Pants on Fire' on Religious Liberty and Gay Marriage
by
Ken Klukowski
8 Jul 2013
Breitbart News legal columnist Ken Klukowski is senior fellow for
religious liberty and on faculty at Liberty University School of Law.
In case you just arrived from a different planet and didn’t yet know
the media is as much in the tank for gay marriage as it is for every
other major part of President Barack Obama’s agenda, you need only read
Politifact’s recent post
on Tony Perkins, where reporter Amy Sherman claims Perkins’s recent
statements on how some wedding vendors are being forced to participate
in same-sex marriages "under threat or even jail" are only “half true.”
In fact, Perkins’ claims are
entirely true. For an
organization that supposedly investigates facts (and incidentally is
part of a solidly-liberal newspaper), to say Perkins’ claims are only
half true is to post a story that is half fiction.
Perkins--president of the Family Research Council (FRC), a
conservative family-issues organization (where I do religious liberty
work)--was on CBS News'
Face the Nation. Among other items,
Perkins raised the issue of how we are seeing a steep rise in violations
of religious liberty of those who choose not to have any part in gay
marriage because of their religious faith.
Perkins said,
“We’re already seeing bakers and florists and photographers forced to
participate in same-sex marriages under the threat of law and in some
cases even jail. I can’t think of anything that’s more un-American than
that.”
When the show’s host, Bob Schieffer, expressed confusion at that
claim and said he was unaware of such incidents, Perkins elaborated:
Well, we’re seeing in Washington State, Colorado, and some of the
other states that have these anti-discrimination statutes that are being
imposed that when a same-sex couple comes and says, “I want you to take
pictures of my wedding or I want you to bake a cake.” And they say,
“Look, my religious convictions will not allow me to participate in
that,” they’re literally being sued by the government--not by
individuals--and they’ve even been adjudicated in such places as New
Mexico. So we’re going to see a loss of religious freedom. There is no
question about it. It’s already happening.
So far, so good. All that is completely true.
But Politifact took issue with it. Sherman spoke with me as part of
her “investigation.” I took time to explain everything in detail, until
she said she had no more questions.
Then her story conveniently leaves out the single most important
thing I said--the part that completely vindicated Perkins’ statement.
When Sherman asked how many people had been thrown in jail, I
responded that such a question is largely irrelevant. What matters is
whether the law says a person
can be thrown in jail, not whether they had
already been thrown in jail.
In fact, the Colorado law under which the bakery--Masterpiece
Cakeshop--was being sued explicitly provides that the owner Jake
Phillips could either be fined or could be sent to jail for up to one
year. I spoke at length with Phillips’ attorney, Nicolle Martin, to
confirm the details (otherwise known as “facts”) before speaking with
Sherman at Politifact.
In fact, Martin was called to testify before the Colorado
legislature. When lawmakers realized that Phillips could indeed be
prosecuted by the district attorney and sent to jail, the state senator
who sponsored the gay-union law in the state immediately introduced a
bill to remove the jail penalty, understanding that the American people
would recoil in horror at the thought of well-meaning citizens being
thrown in jail for refusing to participate in a form of marriage that
their personal faith does not recognize. Colorado lawmakers understood
this risk of jail time to be a serious threat, and immediately passed a
repeal.
However, the repeal is not retroactive. Colorado businesspeople
involved in future situations cannot be threatened with jail, though
they can still be fined and subjected to steep penalties. But Jack
Phillips could still be charged any day now with a criminal count that
includes a jail sentence, and will wake up with that threat for many
months to come until the time limit expires, or the prosecutors file
charges.
But that doesn’t make the threat real to Amy Sherman--who, though not
a lawyer, seems convinced that she understands the law far better than
those of us who are (including Phillips’s lawyer Martin, who advised him
of the very real threat of going to jail)--so that she has the gall to
claim that any talk of such a risk is only “half true.”
Perkins never said people had gone to jail yet. He just said they
were facing that risk. And there is nothing “half”-way about that risk.
When you tell a human being that they could be taken away from their
family and children, their friends, their home, and lose their business,
all because they refuse to provide services for a gay marriage event,
that person is going to take that threat seriously.
Aside from that, in other cases in states like Washington State...
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Coordinados por Mark Regnerus, de la Universidad de Texas |
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daños de crecer sin un padre y una madre
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¿Esta niña no tiene derecho a un papá y una mamá?
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Son siete investigadores y docentes universitarios de renombre en América:
-Douglas W. Allen, profesor de Economía en la Simon Fraser University (Canada);
-David J. Eggebeen, profesor asociado de Desarrollo Humano y Sociología en la Penn State University;
-Alan J. Hawkins, docente de Vida Familiar en la Brigham Young University;
-Byron R. Johnson, docente de Ciencias Sociales en la Universidad Baylor;
-Catherine Pakuluk, profesora de Economía en la Ave Maria University;
-Joseph Price, docente de Economía en la Brigham Young University;
-y Mark D. Regnerus, profesor de Sociología en la Universidad de Texas.
El estudio
ha sido coordinado por Mark D. Regnerus y firmado por sus colegas
universitarios. Lo prepararon de cara al debate en la Corte Suprema de
los EE UU para demostrar la “ventaja única que representa una estructura familiar formada por una madre y un padre”.
Afirman en el estudio que “sigue siendo racional que el Gobierno proporcione un reconocimiento distintivo y un incentivo con respecto al matrimonio y a la estructura parental que ha demostrado ser mejor"
¿No difference?
Los investigadores han comenzado desde la posición clásica de los
partidarios del matrimonio entre personas del mismo sexo que es
popularmente conocida como "no difference", es decir, no hay ninguna
diferencia entre los niños criados por una madre y un padre biológico y
aquellos que han sido criados por parejas homosexuales.
Esta posición está sostenida también por asociaciones como la American Psychological Association.
Sin embargo, los investigadores afirman que la declaración “no difference” es difícil de mantener, ya que casi todos los
estudios en que se basa esta afirmación son muy limitados, con la
participación de muestras no aleatorias y no representativas, y muy a menudo con pocos participantes.
Estudios sesgados
En particular, la mayoría de estos estudios se basa en muestras de menos
de cien padres (o hijos), familias con estudios universitarios, de piel
blanca y con ingresos más altos.
“Estos ejemplos no son representativos de la población gay y lesbiana y, por lo tanto, no son una base suficiente para hacer afirmaciones generales sobre los niños criados en estructuras padres del mismo sexo”, afirman los investigadores.
De hecho, esta última afirmación ha sido también sostenida por el Tribunal número 11 de EEUU, que ha hablado de “estudios con defectos importantes como el uso de muestras pequeñas y seleccionadas
por ellos mismos, hipótesis guiadas políticamente y uso de poblaciones
de estudio no representativas, desproporcionadamente ricas e
instruídas”.
El equipo de científicos señala que la afirmación de “no difference” de la APA es bastante “sospechosa”, y está “empíricamente socavada por una limitación metodológica significativa”. Por otra parte, “contradice investigaciones de larga duración que demuestran que el ambiente ideal para criar a los hijos es la estabilidad biológica de la relación entre el padre y la madre”.
Los estudios en los que confía la APA, por tanto, no son tan fiables.
“Los únicos estudios que se basan en una amplia muestra aleatoria y
representativa tienden a revelar la conclusión opuesta, encontrando diferencias significativas
entre los niños criados por padres en un relación de mismo sexo, y las
relativas a una pareja de los padres biológicos. Está claro que los
padres biológicos ofrecen, de forma general, un entorno eficaz y
comprobado para la crianza de los hijos, y es razonable concluir que las funciones de una madre y un padre proporcionan una unidad parental complementaria donde cada uno tiende a dar algo único y útil para el desarrollo del niño”.
La “ventaja única”
Después de enumerar una serie de estudios que demuestran todo esto,
centrándose también en la literatura científica sobre la importancia de
la presencia específica del padre y de la madre, los investigadores
señalan: “Las estructuras parentales del mismo sexo excluyen por definición a la madre o al padre
. Ciertamente, las parejas del mismo sexo, al igual que otros tipos de
estructuras, pueden ofrecer calidad y esfuerzo con éxito en la crianza
de niños, esto no se pone en discusión. Pero la
evidencia de las ciencias sociales, en particular las conclusiones
basadas en pruebas con muestras representativas, sugiere la ventaja
única de una estructura formada por una madre y un padre”.
La conclusión final de este valioso estudio asegura: “El matrimonio es
el medio legal por el cual los niños se unen permanentemente con sus
madres y sus padres biológicos, orientados hacia un desarrollo óptimo.
Los padres del sexo opuesto permiten que los niños puedan beneficiarse
de las contribuciones distintivas maternas y paternas. A la luz de estos
hechos, salvaguardar el matrimonio es una libertad que debe serle reconocida a los niños, por lo menos tanto como a sus padres”.
Se puede descargar y consultar el estudio aquí y aquí.
Para más información.

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Kristi Hofferber.
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Todas
las terminales propagandísticas del abortismo se han puesto en marcha
ante un nuevo caso extremo con el que promover la legalización del
crimen en un país donde está prohibido: Belén, la niña chilena de once años embarazada de su padrastro.
Su propuesta es, como siempre, matar a quien está por nacer. No habrá entonces ocasión de preguntarle su opinión, pero afortunadamente si es posible recabar la de Kristi Hofferber, cuya vida tiene el mismo origen que Belén. Y lo que dice Kristi es: "Por favor, no matéis, abortándolos, a niños como yo".
Quiso saber más
Ella siempre supo que era adoptada. Lo fue desde que era una recién
nacida, a los tres días de venir al mundo. Sus padres adoptivos no
podían tener hijos y sólo la adoptaron a ella. No consideraban vergonzosa la adopción y nunca se la ocultaron.
Y aunque ella sentía deseos de conocer sus orígenes, lo negaba por
temor a herir a quienes la habían acogido y le habían ofrecido todo su
amor.
"Tuve una infancia maravillosa, mis padres me dieron todo lo que necesitaba", cuenta a LifeNews.
Pero, como muchos otros adoptados, llegado un momento quiso conocer a
su familia biológica. "Intenté hacerlo sin decírselo a mis padres
adoptivos, pero no conseguí mucha información y al mismo tiempo sabía que no era correcto, que tenía que ser honesta con mis padres. Así que les pregunté directamente. La respuesta no fue fácil de escuchar".
Seis embarazos, una sola niña
Cuando Kristi tenía 13 años, sus padres adoptivos leyeron en el
periódico que se estaba celebrando un juicio en los tribunales en el que
una mujer denunciaba a su propio padre por años continuados de violación. Los padres adoptivos de Kristi reconocieron en los apellidos y las circunstancias de esa mujer a la madre biológica de Kristi, de la cual tenían algún dato previo.
La violación incestuosa de la madre biológica de Kristi había tenido como resultado seis embarazos.
Cinco acabaron en aborto, uno "espontáneo" (debido al maltrato físico) y
cuatro provocados para encubrir el incesto. El sexto llegó a concluir, y
la niña que nació, Kristi según todas las evidencias, fue dada en adopción.
"No me esperaba algo así. Ni se me había pasado por la cabeza. Me llevó varias semanas pensar si debía seguir investigando. Si aquello era así, ¿qué iba a suponer para mi madre que yo apareciese?", recuerda Kristi, que tiene ahora 30 años.
Gracias por la vida
Pero ella sentía que el plan de Dios era que hallase a su madre. Y no
tardó mucho. A los dos días, tras enviar un e-mail a la persona que
creía era su madre biológica, tuvo rápida respuesta. La encontró y se
vieron, y conoció además a una hermanastra y al niño que acababa ésta de tener.
Kristi estuvo varios días en casa de su madre biológica, donde conoció
el horror de sus veinte años de violación a manos del padre-abuelo de
Kristi, que fue concebida con 16.
"Estoy muy agradecida de haber elegido seguir y encontrarla", confiesa Kristi: "Me sentía a la vez triste y favorecida por que me hubiese traído a este mundo.
Lo único que sé de por qué no me mataron es que mi madre biológica
decidió ocultar el embarazo durante un tiempo. Luego, tampoco estuvo
segura de si yo vivía, porque no me vió después de dar a luz y más tarde
recibió un informe de una infección que yo había contraído al
nacimiento. Me llevaron a otro hospital para tratarme y le dijeron que probablemente no había sobrevivido".
La relación entre ambas no ha sido fácil, pero hablan cada pocas
semanas. Kristi cree que en verdad Dios las ha reunido, y agradece poder
verla. Y agradece estar viva.
"¡Son tantas vidas las afectadas por la pérdida de un solo niño
abortado!", reflexiona: "Es difícil sólo imaginar lo diferentes que
habrían sido las cosas. Le agradezco mucho a mi madre biológica haberme protegido y dado en adopción.
Llegué a una familia maravillosa que me acogió con los brazos abiertos y
me dio el amor y el cuidado que necesitaba. También por eso estoy
eternamente agradecida", exclama Kristi, que está casada con un adoptado
y tiene también un hijo adoptado.
Sólo 18 meses de prisión
En cuanto conoció su verdadera historia, sus objetivos en la vida
cambiaron, y decidió dedicarse a casos como el suyo. Hoy es trabajadora
social y su objetivo es ayudar a mujeres que se enfrentan a una situación difícil a consecuencia del embarazo.
En cuanto a su padre-abuelo, sólo pasó en prisión 18 meses, porque no se consiguieron reunir pruebas suficientes para incriminarle más.
En el momento del juicio la madre biológica de Kristi desconocía su
existencia -que sin duda habría agravado la pena-. El hombre murió hace
un año, pero Kristi nunca tuvo deseos de conocerle.
No castigar a la víctima
"Sean cuales sean las circunstancias de la concepción de un niño, no se le debería castigar a él por el crimen de su padre.
Y eso es lo que pasa cuando alguien dice que el aborto debería ser
ilegal... salvo en casos de violación e incesto: que se castiga al niño
por los crímenes del padre, negándole la vida que merece. A todos los
niños debería dárseles la oportunidad de vivir la vida que han recibido", concluye Kristi.
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